Meno es + : Hablar de menopausia es urgente




“Te voy a contar algo que nos pasó hace unos días; estábamos en una reunión equis, cuando se nos acercó una señora y medio en secreto, con voz baja, nos dice estoy escuchando su podcast. Y sonríe”.

Esto que podría verse como una simple anécdota, resume a la perfección la experiencia que han tenido Nicoletta Pranzini Canessa (53) y Viviana González Ampuero (59) con Meno es +, su podcast sobre menopausia.

“Las mujeres se avergüenzan de esta etapa, y cómo no, si hasta hace poco ser ‘menopáusica’ era un insulto” dice Viviana.

Ambas coinciden en que el origen del pudor es la desinformación. ”Nosotras mismas –que estamos transitando la menopausia– hemos ido descubriendo a medida que vamos grabando capítulos, muchas cosas que no habíamos registrado y que eran parte de este proceso. Los dolores de espalda no eran sólo por una mala posición, o este despertar transpirada no era sólo por el calor; empiezan a aparecer respuestas con este podcast y eso ha sido personalmente muy interesante porque ha abierto la conversación con otras mujeres”, dice Nicoletta.

“Es que a las mujeres no nos hablan de la menopausia. Recuerdo yo misma, en una consulta con un ginecólogo al que le comenté algún síntoma y su respuesta fue pucha, es que ya estás vieja. Tenía menos de 50 años. Me cambié a una ginecóloga. Ella lo primero que me preguntó fue ¿todo bien con la menopausia? No supe responder. ¿Qué significa que todo esté bien con la menopausia? ¿Cómo podemos saber si nadie nos habla de esto?”, complementa Viviana.

Dicen que en el colegio nos enseñan hasta reproducción y anticonceptivos. Toda la parte del ciclo vital de la mujer hasta que es fértil. La menopausia la nombran, pero no enseñan nada más.

“A nivel del ministerio de Salud, si bien existe un programa –del 2013– no hay, por ejemplo, en minsal.cl ninguna caluga que diga ¿estás pasando por la menopausia? De hecho, hicimos el ejercicio de llamar a Salud Responde preguntando si había algún programa en la comuna y el chico que respondió dijo que no tenía idea”, cuenta Nicoletta. Y agrega: “Entonces muchas mujeres pueden llegar porque les duelen los huesos y les dan algo puntual para ese dolor sin ver que esto puede tratarse integralmente. Tiene que haber una bajada desde la salud pública, que en el papel existe, pero no se conoce”.

¿Por qué creen que no se conoce?

Viviana: Porque en esta sociedad las mujeres tenemos un valor mentiras somos sujetas reproductoras o cuidadoras. El problema es que en la medida que esté invisibilizado el ciclo vital de la mujer, y cómo nos sentimos en cada uno de sus estados, tampoco podemos ir y preguntarle a alguien sobre lo que nos pasa. Y no ocurre sólo con la menopausia, también con la menstruación, la lactancia. Lograr que se hable públicamente de cada una de estas etapas, ha sido una batalla.

Nicoletta: Soy de la época –y quizás sigue ocurriendo– en que había que preguntarle a la compañera si se veía la toalla higiénica cuando nos parábamos, porque la regla era un tabú. Para qué decir esta etapa, en que además nos estamos poniendo viejas.

Viejismo machista

En pocos meses, Meno es + en su cuenta de Instagram ya tiene más de mil seguidores, en Spotify también más de mil escuchas y han grabado, hasta ahora, cinco capítulos con entrevistas a destacadas mujeres como Carla Romagosa, especialista en salud más 40 y fundadora de la comunidad Amigas Meno; Alicia Torija, diputada española que ha usado la Asamblea de Madrid para hablar de la menopausia en los espacios de trabajo; o Agnieszka Bozanic, fundadora de Geroactivismo y experta en edadismo y viejismo machista.

Todas coinciden en que si bien existe una discriminación etaria en general, las mujeres somos doblemente discriminadas, en especial por nuestro ciclo biológico.

“En las empresas no se habla de menopausia. Es tan raro esto de ocultar un bochorno, porque cuando uno está embarazada y tiene náuseas, no lo oculta, pero el bochorno sí, porque hay una serie de estigmas. Le dio el viejazo, te dicen. Por eso nuestro propósito también es educar a las personas para que hablen de esto también en las organizaciones, porque si una mujer se siente mal y tiene bochorno, debería tener el espacio o al menos recibir la misma empatía que una embarazada que se siente mareada”, dice Nicoletta.

“Hay un feminismo joven y lo entiendo porque las luchas de las mujeres son diversas. Pero hoy casi toda la comunicación del movimiento es para las jóvenes que están criando. Yo no le voy a cobrar esa deuda al feminismo porque, insisto, hay muchas demandas. Sólo digo que no hay que perder de vista a las mujeres mayores”, agrega Viviana.

En el colegio nos enseñan hasta reproducción y anticonceptivos. Toda la parte del ciclo vital de la mujer hasta que es fértil. La menopausia la nombran, pero no enseñan nada más.

Que además suelen ser más invisibilizadas. Existe en nuestra sociedad temor a envejecer porque desapareces. Basta ver el mercado de la “belleza” y el sinfín de productos que le dicen a diario a las mujeres que envejecer es malo. Viviana cuenta que en uno de los capítulos del podcast recuerdan una escena de la película Caramel. “Hay una mujer que se mancha con sangre que lleva en un frasquito para aparentar juventud. O sea, una cosa es teñirse las canas y otra distinta es ponerse sangre para aparentar que estás menstruando. Esa escena refleja a la perfección el miedo que sentimos las mujeres a envejecer. Y el origen de ese miedo es el tabú, la desinformación”.

Informar para empoderar

Viviana y Nicoletta crearon el podcast con la convicción de que se pueden cambiar las cosas. “Así como las mujeres hemos logrado otras demandas, podemos también con esto. La comunidad en Instagram de cuentas dedicadas a la menopausia es alta y generosa. Nos ha pasado que mucha gente nos ha recomendado. Y eso da cuenta de que existe una necesidad de información”, dice Viviana.

Porque los bochornos son lo más conocido de esta etapa, la caricatura. Pero, como dicen ambas, desde los 40 años comienzan a pasar muchas cosas. “La baja hormonal afecta la memoria, la piel en todas las partes del cuerpo incluido el genito urinario; la sequedad de la boca y los ojos; los huesos. Si uno empieza a hacer la lista, claro que piensas que es lo peor, y por supuesto que hay un deterioro, sentir que te estás secando emocionalmente es horrendo. Pero es distinto si sabes que es parte de un proceso. Tampoco me gusta romantizar esta etapa y decir que no pasa nada, que te puedes sentir como en los veinte, porque no es así. Pero lo que sí podemos hacer es mirarlo de una manera un poco más amorosa contigo misma, y para eso hay que saber, tener información de lo que le pasa al cuerpo en esta etapa y sobre todo, de las posibilidades que existen”, dice Nicoletta.

Al final y aunque suene cliché, la información es poder, poder para el bienestar, agrega.

“Nuestro propósito es que las mujeres vayan al consultorio y pregunten ¿qué tiene para la menopausia? ¿Cuál es el programa? Tiene que ver con conocer tus alternativas. Yo fui a un oftalmólogo porque se me secaban los ojos. Me dijo, es la menopausia y listo. Desde entonces uso gotas. Pero alguien podría querer otras opciones. Entonces esto del reemplazo hormonal, para qué sirve, para qué no; puedo tomarlo o no, quiero hacerlo o no. Yo no me voy a meter en el tema médico porque no sé, pero hay que hablar”, complementa Viviana.

“Hoy tenemos una crisis de salud mental, y esto también afecta la salud mental, por eso es importante mirarlo de manera sistémica. Porque si no, si nos dedicamos a medicar y terapiar, que es útil, pero no todo lo que necesitamos, podemos pasarnos la vida tratando de salir del malestar y no llegar nunca al bienestar”, concluye.

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